martes, 29 de septiembre de 2015

MI CASA EN PARISº - 2014 - ISRAEL HOROVITZ



Un truño envuelto en celofán por caras conocidas. La casa en París y el sistema ese antecedente de la de la hipoteca inversa, muy interesante. Los personajes un desastre. Y el amor final entre los dos protagonistas, ay, ay ay, espera que me da la risa floja. Leo en los papeles (o en internet, que ya no distingo) que la van a proyectar pronto en la Sala Rafael Azcona de Logroño como algo selecto (glup !!!). Nosotros la vimos en el cine de Torroella de Mongrit, única sala a la que solemos ir una vez al año por disfrutar de la experiencia de ver cómo era el cine de antes y tragarnos "lo que echen". Por lo general nos tragamos un truño en celofán pero lo hacemos muy a gusto: porque, qué espacio tan majo el de un viejo cine de pueblo; y qué bien dan de cenar los chicos del Restaurante La Sala. Lo único que falló en esa buena tarde de mi cumpleaños fue la película, pero nada es perfecto. Primer cero pelotero de la temporada. Y cuidadito con Israel Horovitz, vetusto escritor de guiones y director de tan sólo dos películas. En esta hizo de guionista y director, es decir, que carga doblemente con nuestro cerazo.

Ah, se me olvidaba: MI CASA EN PARIS es la traducción española de MY OLD LADY. Así nos va en inglés.




martes, 15 de septiembre de 2015

THE SOUL OF A MAN*** - 2003 - WIM WENDERS



Ya casi había renunciado a ver cine y me había olvidado de la existencia de este blog cuando, oh maravilla del azar, el sábado pasado encontré perdida en una carpeta igualmente perdida esta película de la serie que produjo Scorsese sobre el blues, y me han vuelto las esperanzas para las aburridas noches del siguiente invierno. Tres estrellas***, máxima nota spycin si no recuerdo mal, y montón de sugerencias musicales para trabajar en las próximas semanas.

Wenders recupera del olvido a tres ignorados cantautores de blues: BLIND WILLIE JOHNSON que grabó unas canciones a finales de los años veinte; SKIP JAMES, que grabó un buen número de canciones en 1931 para desaparecer del mundo y reaparecer fugazmente en el festival de Newport a mediados de los sesenta; y JB LENOIR, descubierto por una pareja de frikis suecos a comienzos de los sesenta y tristemente desaparecido por la falta de atención en un hospital público. Tres tipos formidables, como no podía ser de otro modo.

Wenders cose sus historias reales con recreaciones que parecen más reales que la propia realidad y coloca fragmentos de documental y de la película que hicieron aquellos frikis suecos sobre Lenoir cuando viene a cuento. Pero lo mejor de la película no es la parte documental o el convincente montaje de las reconstrucciones, sino los cover de gente actual sobre los temas de los tres músicos negros que Wenders va introduciendo después de oír las viejas grabaciones. Qué nivelazo.

Quizás todo el mundo conocía ya a SHEMEKIA COPELAND o a BECK, pero yo no. Así que le agradeceré siempre al friki alemán los grandes ratos que me va hacer pasar.


Gracias Wenders. A tu buen ojo por la arquitectura, añades ahora (bueno, siempre lo habías mostrado) un extraordinario oído por la buena música del siglo XX. La música..., una vez más, norteamericana.