domingo, 31 de enero de 2016

PALERMO SHOOTING º - 2008 - WIM WENDERS



De vez en cuando los artistas pierden la cabeza. Y a Wim Wenders, por ejemplo, se le ocurre escribir un guión y rodarlo. Pone a un fotógrafo guaperas en la Escuela de Diseño de Essen y le hace viajar a Palermo para enamorarse de una italiana que por su forma de actuar bien podría ser una actriz española.


Por entre medio va y saca una sesión fotográfica del guaperas a Milla Jojovich embarazada y así me entero (pero por mi investigación posterior en internet, no por la película) de los ojos de Elena de Troya que tiene la Jojovich. Madre de dios:


Una vez en Palermo, Wenders resucita a Dennis Hopper, que no se había visto en otra desde Easy Rider:


Eso sí, lo pone en el interior del archivo histórico de Palermo, que es como una de aquellas arquitecturas que creíamos que inventaban Rossi o Grassi, cuando en realidad la copiaban de sitios como este:


La diferencia entre un truño y tufarrada es que un truño lo hace cualquiera mientras que una tufarrada es obra de un artista. Y como a la presidenta del cineclub spypcin lo del arte le trae al pairo, se largó a su cuarto a los veinte minutos. Yo, sin embargo, que tengo gran preocupación por el arte (no diré en qué sentido), me quedé hasta el final porque el fotógrafo se pasó toda la película con los auriculares puestos escuchando canciones chulísimas y no me podía perder los créditos:





Del petardo de Lou Reed no me voy a llevar sorpresas, pero haber descubierto gracias a esta tufarrada a un tipo como el cantante de IRON and WINE no es ninguna tontería. Es lo que tiene el contacto con artistas como Wenders, Que casi siempre dejan rastros interesantes.

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