martes, 1 de marzo de 2016

SPETTERSº - 1980 - PAUL VERHOEVEN



Otra de esas películas de culto sin t de las que dicen que hay que ver para estar al día en sociología o para saber algo de los orígenes de la carrera cineculomatográfica de Paul Verhoeven consistentes en mostrar sexo crudo, descerebrados con motos, montón de sketchs juveniles y un poco de tragedia al final. ¿Truño, tufarrada o cine colonoscópico? Mézclese todo ello en las proporciones adecuadas y sale cine de cul(t)o de obligada visión (o será risión, porque en algún momento no niego que nos diera la risa).

Vamos con lo del sexo que es lo más divertido. Los aficionados al spypnic cine recordarán las risas que hicimos con un gag de Truffaut sobre lo difícil que era ver un teta en el cine.. Pues bien, más difícil, mucho más difícil ha sido verles a los chicos la colilla en la gran pantalla. Y de ahí uno de los méritos de Verhoeven. Venga, a ver quien la tiene más larga:


Luego tenemos gags de noches discotequeras de esas que tanto gustarán a los gamberros americanos:


Escenitas más convencionales de sexo en pareja:


Y hasta una violación homosexual colectiva que hace que el violado salga del armario. Santo cielo bendito.


En plan atrezzo, la diversión viene de los looks de los moteros de cross de la época. Menuda evolución de la moda (y de las motos) en solo treinta años:



Al principio la película parecía tirar hacia Quadrophenia pero con música peor que de festival de Eurorrisión (¡menudo temita de presentación!), y sin embargo todo se queda en ver cuál de los tres protagonistas se lleva a la pilindris del puesto de patatas fritas:


La parte trágica no os la cuento porque a menos que las películas sean buenas, este blog va de risas. Pero en fin, quede ahí un fotograma para recuerdo del personaje


Ah! me olvidaba de la parte religiosa, ja ja: la del predicador y la primera novia del protagonista. Pero bueno, mejor no acordarse de tantas historias porque en el cine colonoscópico siempre suceden muchas cosas para que la atención no decaiga. Ga ga ga.

Y colorín colorado, Verhoeven hizo un carrerón. Asín es el cine.


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